El fútbol ha estado envuelto en escándalos durante décadas, especialmente aquellos donde algún jugador hace trampa o provocar violencia contra su oponente, como pasó esta semana en Turquía.
En un juego de la segunda división entre Amedspor y el Sakaryaspor, el jugador Mansur Calar tenía en sus manos una pequeña cuchilla, que escondía entre sus dedos y usó para atacar a sus rivales, en medio de discusiones y aprovechando para cortarlos en cara y cuerpo.
A través de Twitter, muchos de los jugadores afectados mostraron las heridas que les quedaron al finalizar el compromiso, todas ellas tratadas por el cuerpo médico y que sirvieron como prueba para denunciar al futbolista.
Aunque la Federación de Fútbol no se ha pronunciado al respecto, el equipo de Calar afirmó en sus redes sociales que “aquellas personas que han hecho propaganda sucia contra nuestro jugador lo pagarán caro”.
