Cuando el médico alemán Samuel Hahnemann, considerado el padre de la homeopatía planteó el principio de “similia similibus curantur” que quiere decir las cosas similares se curan con cosas similares, no sólo daría inicio a una nueva forma de curar; sino también a una polémica constante entre la medicina tradicional y medicina homeopática.
Según la homeopatía, para curar unos síntomas hay que tomar dosis ultradiluídas de la misma sustancia que a grandes dosis provocaría esos síntomas.
Esta terapia alternativa que ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años tiene en el centro de la ciudad de Cali hace más de 38 años al mayor exponente del país; el doctor Hernando Coral Rosero.
Un pastuso que nació en 1947, año en el que se realizaron las primeras Elecciones Legislativas de 1947 del país y falleció el reconocido Gángster y contrabandista estadounidense Alphonse Capone, llamado Scarface –Caracortada.
Hernando Coral Rosero un amante asiduo de la medicina, que en medio de sus estudios se enamoró de la homeopatía y decidió dedicarse de lleno a este saber hace aproximadamente unos cincuenta años.
Un hombre de 1.65 cm aproximadamente, de semblante amable, una figura que deja denotar su capacidad de desarrollar una intuición profunda y un juicio correcto sobre la esencia de la condición humana. Su rostro deja vislumbrar su abundante barba y cabello blanco que son adornados con unos grandes monóculos.
Al mejor estilo del fraile Michele Ghislieri (fue el 224º sucesor de Pedro al frente de la Iglesia católica con el nombre de Pío V) viste de blanco como emanando la pureza y sabiduría.
Un hombre sin duda alguna conocedor, estudioso y como diría él, un viajero en busca de continuar aportando a la salud, ha escrito más de 21 libros, ha hablado y hallado la posible cura a más de 2.400 enfermedades. Un virtuoso en el ámbito medicinal que sigue regando esa planta del fruto paciente de la experiencia que ha obtenido en medio siglo de estudios homeopáticos.
Visitar su clínica es todo un viaje a la sabiduría, desde los cuadros que brotan como una gran galería de fotos de sus viajes y premios, hasta los más de 50 diplomas y reconocimientos nacionales e internacionales que cuelgan de sus paredes. A estos se le unen los miles de recipientes con sustancias medicinales que parecen salidas de un cuento de hadas del medioevo, que con su aroma son capaces de transportarte a un mundo mágico que sufre un choque brusco al observar la imponente figura de un alacrán azul en un costado del recinto.
Esa llamativa figura del alacrán azul es uno de los responsables de su gran popularidad. Hernando trae su veneno desde Cuba y es su apuesta como tratamiento para el cáncer. No se trata de la cura del cáncer ni mucho menos, más bien, el uso homeopático del veneno de alacrán azul se ha convertido en un granito de arena adicional para los pacientes de esa letal y dolorosa enfermedad en todo el mundo.Un polémico producto homeopático que gana popularidad internacional por tener efectos positivos en la calidad de vida de los pacientes de esta enfermedad.
El alacrán azul es un insecto que sólo se encuentra en Cuba y algunas zonas de la amazonia. A pesar de que su aspecto es rojizo, se le llama azul porque su toxina toma un tono azulado al entrar en contacto con el agua.
Según Hernando, “está probado que el medioambiente influye mucho en la calidad de la toxina que utilizo”, sostiene además que los efectos del medicamento incluyen, en algunos casos, retardación de la metástasis, reducción de la inflamación y alivio del dolor.
Otro de los animales de los cuales ha tenido obtener avances homeopáticos contra el cáncer es el gallinazo; si, ése mismo, conocido también como zopilote negro, buitre, chulo, jote de cabeza negra, zamuro. Esta ave carroñera (come podrido, cadáveres, carne muerta) tiene una mucosa gastrointestinal que es el secreto medicinal que usa Hernando contra el cáncer.
Lo indiscutible es que la mayoría de los pacientes con cáncer en Colombia recurren a terapias no convencionales para combatir esta enfermedad; como la sangre de gallinazo, el veneno de alacrán azul, el noni y la acupuntura. ¿Qué tan efectivos son? ¿Los usaría?… Todo depende de usted.