Entre las múltiples quejas y denuncias que nos llegan a Zona Centro, empresarios de la carrera 9 en el Centro de la ciudad nos han expuesto que ven algo irregular en el parqueo constante de motos en esta zona.
Nos dicen que han insistido ante la Secretaría de Movilidad sobre esta situación, pero no les han dado una respuesta.Agregan que parquean durante todo el día y lo curioso es que el funcionamiento de este tipo de negocio es habitual en el centro de la ciudad.
Es una presunta mafia que intimidad, pelea, amenaza y se adueña de las calles, andenes y zonas donde está prohibido parquear.
Recordemos los hechos que tuvieron lugar en el centro de Cali el mes de septiembre del año anterior cuando un trágico caso de violencia entre dos hermanos en plena vía pública. Una riña recíproca donde se agredieron mutuamente con arma cortopunzante y lamentablemente falleció uno de ellos como dijo en su momento el coronel Fabián Ospina, subcomandante de la Policía de Cali. Todo esto fue ocasionado por el cobro de mil pesos de otro parqueadero informal de motos en plena vía pública.
Que rabia que nuestro Centro se siga convirtiendo en la campiña de personajes que se adueñan de las vías, calles, andenes a diestra y siniestra sin control del Tránsito.
Esta invasión que se genera sobre la vía o en espacios para el tránsito de peatones se ha convertido en una presunta mafia de años que se incrementa con el paso de cada administración local.
Se necesita más que un jalón de orejas o un llamado de atención; es evidente el abandono tan terrible en el que se encuentra el Centro; no es nuevo, esta administración con su política de dejar hacer, dejar pasar instauró la ley del caos en la ciudad. ¿Dónde está Grecocentro, dónde están las agremiaciones de vendedores ambulantes y estacionarios del centro, dónde están los empresarios que deben hacer respetar el lugar donde han crecido comercial y económicamente? No se trata de llegar, lucrarse y chao, no señores.
Es hora de actuar; hora de decir que el Centro no está sólo. O nos unimos o seguimos de camino al traste. No más estas mafias generadoras de miedo que se adueñan del espacio público y no respetan, hay que tener mano duro, políticas claras que conlleven al cumplimiento de la ley.
¡Conchudos!
